Desde múltiples frentes en movimientos y organizaciones sociales, llevamos años trabajando para conseguir que haya una sociedad civil más participativa, que luche por sus derechos, tome la iniciativa y reconduzca las políticas actuales. Buscamos que sean los ciudadanos y ciudadanas los que forcemos nuestro propio rescate, y forzar a nuestros gobiernos a que dejen de rescatar a bancos y grandes empresas, que dejen de pagar la deuda por delante de garantizar nuestros derechos.
Que Grecia se plantee no pagar la deuda o se niegue a reconocer a la Troika, nos ayuda a romper el mito de que no existe alternativa a las políticas de austeridad o al pago de la deuda. Resulta más que evidente que la deuda ha sido y sigue siendo usada como excusa para imponer una serie de reformas, de corte neoliberal, que acaban beneficiando a las élites económicas. Unas reformas que atacan nuestros derechos básicos y que se imponen sin participación ni debate democrático, como ya quedó claro en la reforma de la constitución exprés, llevada a cabo con agosticidad y alevosía. Sigue leyendo