Los intentos de Florencia 10 +10 por despertar a los activistas de Europa: ¿cuánto tiempo más podemos abandonar a Grecia?

Fuente: Nick Dearden blogea sobre Florencia (12 de noviembre 2012)

Hace diez años, 60.000 activistas se reunieron en Florencia durante el primer Foro Social Europeo para discutir la construcción de otro mundo. Esa reunión, cuatro meses antes de la invasión de Irak, fue el catalizador de las manifestaciones del 15 de febrero de 2003, las más grandes que Europa ha visto, por no hablar de la campaña internacional por la justicia fiscal, el impuesto sobre las transacciones financieras y otros. La campaña contra la deuda del Tercer Mundo fue un tema importante en el evento.

Este fin de semana nos volvimos a reunir en Florencia y de nuevo la deuda fue uno de los temas cruciales – esta vez cómo derrotar el ciclo de deuda y austeridad que está desgarrando el corazón de Europa.

El propósito de Florencia 10 +10 era empezar a crear un movimiento europeo capaz de este desafío, ir más allá – de las palabras a los actos. El telón de fondo de la reunión se estableció la víspera del inicio de la conferencia, cuando el parlamento griego discutió su paquete de austeridad más draconiano hasta la fecha. Fuera del parlamento griego, cañones de agua fueron utilizados por primera vez desde la dictadura. Plaza Syntagma en Atenas no era visible a través de las grandes nubes de gas lacrimógeno, mientras que el Parlamento cedía a las exigencias de la UE y el FMI y recortaba 8.000 puestos de trabajo más de la administración pública, reducía las pensiones y el salario mínimo y vendía más del país al 1% .

Los activistas griegos que asistieron a la conferencia de la deuda ICAN estaban consternados, contándonos el verdadero alcance de la destrucción social en su país. Por ejemplo: los inmigrantes son ahora perseguidos y atacados por pandillas neo-nazis que adoran a Hitler y controlan varias secciones de Atenas. Están protegidos por una policía que pasa su tiempo golpeando a manifestantes indefensos: «Yo mismo fui golpeado dos veces» nos dice un activista «y el que parece o se comporta de manera diferente – activistas, extranjeros, homosexuales – son todos objetivos de los nazis.» Parece increíble que estas cosas estén sucediendo en una parte de nuestro continente, bien conocida por los turistas durante décadas.

Un día después de la decisión sobre los presupuestos, Grecia fue informada por sus amos la Troika – la UE, el Banco Central Europeo y el FMI – que todavía no había hecho lo suficiente para garantizar el siguiente tramo de financiación que lo salvaría de una hipotética «quiebra». No es de extrañar, ya que son los mismos ‘rescates’, que no han hecho nada para que la gente de Grecia y sólo han servido para pagar a acreedores alemanes, franceses y británicos, los que han producido la austeridad que hace hincharse el globo de la deuda del país. El desempleo ha superado el 25% y se acerca al 60% en los jóvenes. El sadismo económico corre rampante en todo el continente.

En Florencia, activistas contra la deuda de Grecia se reunieron con colegas de Portugal, España, Irlanda, Italia, Francia y Bélgica para discutir la forma en que se enfrentan a las políticas e instituciones que han creado esta crisis. Los grupos de auditoría de la deuda se han originado sobre la base de las campañas desarrolladas en países como Brasil, Filipinas y Ecuador. Creen que no es legítimo obligar a la gente a pagar las deudas acumuladas por bancos imprudentes, que jugaron y perdieron. Argumentan que estas deudas deben ser auditadas por el pueblo y se deben tomar decisiones democráticas acerca de cómo lidiar con ellas, incluyendo el repudio de las deudas consideradas ilegítimas. La idea de que una gran parte de estas deudas son ilegítimas – resumida en la consigna popular: «No debemos, no pagamos» – subyace en sus intentos de poner en duda todo el sistema financiero que nos ha llevado a la crisis.

Los grupos de la deuda están ganando apoyo sustancial entre sus sociedades. En España, el ex director gerente del FMI y ex ministro de Hacienda español Rodrigo Rato, se enfrenta a un juicio impulsado por el 15M por su papel como presidente del colapsado grupo Bankia. En Bélgica, los activistas de la deuda están llevando a su gobierno ante los tribunales por haber violado la constitución en el rescate del quebrado banco Dexia, alegando que sus actividades especulativas infectaron a gobiernos locales por todo el país. En Italia y en Francia, los grupos de auditoría de la deuda están capacitando a los activistas para cavar y cuestionar deudas de los municipios locales, pidiendo información sobre quiénes se beneficiaron y por qué fueron suscritas.

En España, el foro Agora 99, acercó el espíritu del movimiento Indignado al tema de la deuda – atando deuda personal, deuda estudiantil, deuda bancaria y deuda soberana en una búsqueda para recuperar nuestros derechos. Activistas en España están liderando el movimiento contra los deshaucios; al impedir que las personas se queden sin sus casas, son capaces de trabajar con los ciudadanos para darles una mayor comprensión de la situación creada, en el caso de España, por una burbuja inmobiliaria alimentada por la especulación bancaria europea.

El crecimiento de los movimientos de deuda personal en los EE.UU. y más allá, brotes del movimiento Occupy, prometen alianzas similares en todo el mundo, permitiendo a los activistas llegar al corazón del nexo profundo entre la deuda y los bancos en nuestra sociedad.

La conferencia de Florencia alentó la «convergencia» de diferentes corrientes de pensamiento y activismo. Demandas y actividades en torno a la deuda se unieron con propuestas de reforma fiscal, la supresión de pacto fiscal de la UE y la democratización de la banca. A su vez, éstos se unieron con propuestas para recuperar de las manos de las corporaciones multinacionales nuestros recursos, como el agua y la tierra.

La formulación de una posición común no es fácil, pero la base de una hoja de ruta para un movimiento europeo se acordó finalmente. Un día importante en la lucha se será el 23 de marzo contra la próxima cumbre de la UE en Bruselas, junto con una movilización de las mujeres contra la deuda y la austeridad el 8 de marzo, un bloqueo al Banco Central Europeo a finales de mayo y una cumbre en Grecia en junio. La conferencia también aprobó la histórica huelga general convocada por cinco países el 14 de noviembre de 2012.

Estas actividades son importantes porque es sólo a través de la acción que se podrá construir la confianza necesaria entre movimientos, campañas y sindicatos para dar forma a un movimiento genuinamente europeo. Sentarse en una sala y discutir demandas tiende a resaltar las diferencias en lugar de lo que tenemos en común.

Muchos participantes de los países peor afectados por la crisis, especialmente Grecia, tienen razón en sentirse decepcionados al no aprobarse una acción más clara de solidaridad con su lucha. Un movimiento capaz de llegar a millones de personas para manifestarse contra la guerra ilegal en Irak y llevar a instituciones como la OMC y el FMI a una parada de más de 10 años, tiene el deber de hacer más – mucho más – a poner el foco sobre el gran crimen que se está cometiendo contra nuestros vecinos, nuestra propia sociedad.

Florencia fue planteada como una llamada de atención a las organizaciones activistas de toda Europa. Necesitaremos muchos espressos más si queremos tener esperanza de dar vida a algo que realmente pueda llamarse un movimiento europeo. Se ha avanzado, pero con la desintegración de Grecia ante nuestros ojos, nos encontramos en una carrera contra el tiempo.