Jérôme Duval, miembro de la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda (PACD)
Entrada originalmente publicada en el blog «Viviendo en Deudocracia», el blog de la PACD en Público.
Aunque dice pretender ser parte de la solución, el Fondo Monetario Internacional (FMI) forma parte del problema del subdesarrollo desde hace décadas. La última prueba de ello es que las condiciones impuestas a países necesitados tienen serios impactos sobre el desarrollo de servicios de salud públicos. Y eso, en algunos países significa dejar que las epidemias arrasen con miles de personas. El último caso, la epidemia del ébola.
El FMI es responsable de graves restricciones a la hora de desarrollar sistemas sanitarios adecuados. No lo decimos sólo los movimientos sociales tanto del Sur como del Norte. Lo dice un estudio publicado en Lancet Global Health realizado por varias universidades británicas (la universidad de Cambridge, de Oxford y la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres – London School of Hygiene and Tropical Medicine). Como ya se indicaba en el blog de Vicenç Navarro o como dice recientemente Alexander Kentikelenis, profesor de la universidad de Cambridge y coordinador de la investigación, en ElDiario.es: “Las políticas del FMI han contribuido a sistemas de salud mal financiados, poco preparados y con insuficiente personal en los países con el brote de ébola”. La organización con sede en Washington, a través de condiciones antisociales impuestas juntamente con sus préstamos, prioriza los objetivos económicos a corto plazo como la reducción de la deuda, cuando en realidad no hace más que aumentar su reembolso infinito. La hemorragia de recursos hacia el pago de una deuda tachada de ilegitimidad debilita el sistema de salud. Por ejemplo, en Liberia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), sólo hay 0,1 médicos por 10.000 habitantes entre 2006 y 2013, y 0,4 hospitales para 100.000 habitantes en 2013. Sigue leyendo