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Carta al Rector de la Universitat de València
Estimado señor Esteban Morcillo, rector de la Universitat de València,
Como usted sabe, el jueves 17 de octubre de 2013, José Viñals, actual subdirector general del Fondo Monetario Internacional (FMI) para asuntos financieros, apadrinó a más de 500 licenciados y licenciadas de la Facultad de Economía de 2013 en un acto de graduación que tuvo lugar en el Palau de la Música de Valencia. Acto del cual, usted mismo, fue el encargado de la apertura ceremonial.
El día siguiente, viernes 18 de octubre, José Viñals tenía prevista una conferencia titulada “La Economía Global en Transición”, organizada por la Facultat d’Economia. Fruto del movimiento estudiantil, crítico con este tipo de visitas, el acto se celebró finalmente en el Salón de Adeit en Valencia y no en la Facultad como estaba previsto a puerta cerrada y con media hora de retraso, sin permitir el acceso a estudiantes -a pesar de que había asientos vacíos-.
No es la primera vez que los hombres de negro del FMI vienen a la Universidad de Valencia. Ya en octubre de 2011 fue invitado para hacer un acto similar -que también fue rechazado por la comunidad estudiantil- el señor Carlo Cottarelli, que en aquel momento era director del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, y que recientemente ha comunicado la decisión de abandonar su cargo en la institución para incorporarse al Gobierno italiano como Comisario para la Reforma del Gasto Público y así controlar la política presupuestaria según la ideología del FMI. En aquel momento, el director departamental del FMI, dijo que Grecia necesitaba más ajustes fiscales porque consideraba que los que se habían hecho hasta ese momento «no eran suficiente».
Desde la Platafroma Auditoría Ciudadana de la Deuda de Valencia queremos expresar nuestra inquietud ante la actuación de la Universidad de Valencia al respecto de una institución que influye y determina directamente las políticas de austeridad en que vive el mundo estudiantil, en particular a través de los recortes en educación, la privatización, el despido de profesorado y el aumento de las tasas universitarias. Por eso, también queremos denunciar la dedicación del presupuesto universitario en la organización de eventos que favorecen entidades como el FMI, que disponen ya de suficiente apoyo mediático para difundir sus tesis neoliberales sin que sea necesario que intervengan las universidades públicas. El dinero de la universidad debe destinarse a los y las estudiantes, para mejorar la formación y la calidad de los estudios que reciben, no a instituciones que juegan con la vida de las personas para enriquecer a una minoría.
Saludos,