Entre los meses de Julio y Agosto se realizó en Quito el curso «El modelo del Buen Vivir Ecuatoriano y la Perspectiva de Integración Latinoaméricana«. Personalidades del ámbito académico y político hilvanaron una serie de seminarios para 65 personas de entre 20 y 35 años, de Latinoamérica y Europa (oriundos y ecuatorianos migrantes) y que abarcaban el amplio espectro de izquierdas existentes tanto en la renovada «Revolución Bolivariana» como en el Estado Español, que contó con 6 participantes aquí nacidos. Entre ellos, 2 colaboradores de la PACD: Aïda Llauradó, de Badalona, y un servidor.
El curso está dirigido por el Canciller Ricardo Patiño, Presidente de la CAIC (Comisión por la Auditoría Integral del Crédito Público), organismo que entre 2007 y 2008 realizó una auditoría integral de la deuda externa ecuatoriana y que permitió al país un cambio de modelo político y social sin precedentes. El mismo Patiño nos explicó el contexto y proceso de reformulación macroeconómica del estado (la conferencia esta resumida en twitter a través del HT #DeudaEcuador, emitido por la cuenta @auditciudadana) que contó con algunos puntos clave que merece la pena destacar:
– Un proceso constituyente y redacción de una nueva Carta Magna, que protege a los intereses del estado frente al abuso de organismos acreedores, así como da pié a la declaración de ilegalidad de deudas según requisitos específicos.
– Un marco de garantías de sustentabilidad económica con dos ejes clave: Control de la evasión fiscal y de capitales (en el contexto previo a la Constitución de Montecristi de 2008, la inestabilidad política de Ecuador facilitó un sistema económico completamente desregulado, y forzado a la dolarización, lo que propició que la riqueza generada quedase bajo el control de intereses particulares, facilitando así flujos de capital contiuos hacia el exterior) y la renegociación de los contratos petrolíferos (el extractivismo en Ecuador es limitado y siempre controvertido por su choque con el espíritu ecológico que nos ofrece el Sumak Kawsay, o modelo del Buen Vivir integrado en la nueva constitución ecuatoriana; no obstante es una fuente de ingresos por el momento irrenunciable. Hasta el 2008 las multinacionales petrolíferas obtenían un 80% del valor de mercado del crudo ecuatoriano, que pasó a un 20% con esta renegociacion de contratos).
– La realización de una auditoría integral a la deuda externa que revisó los 30 años previos de endeudamiento, analizando el impacto y consecuencias económicas, sociales, culturales y ambientales de estas deudas, admitiendo enfoque de ilegitimidad en procesos crediticios, y apuntando a la corresponsabilidad de acreedores y terceros agentes participantes en el proceso de endeudamiento. En este estudio, cada tramo de deuda a analizar fue asignado a comités técnicos capacitados, se elaboraron los informes consecuentes a valorar por el CAIC con la doctrina de ilegitimidad, y se terminó con un informe final, en el que se detallan los hallazgos y evidencias de la estrategia especulativa del «sistema deuda». La auditoría fue seguida por diferentes lineas comunicativas para seguimiento ciudadano del proceso.
– Acción soberana en contra de la deuda: Ante las evidencias de ilegitimidad, Ecuador procedió a la suspensión de pagos y a la aplicación de una peculiar estrategia de mercado llamada «subasta inversa». Esta subasta consistía en recomprar por parte del estado los bonos de deuda a los agentes acreedores al precio más bajo que ofreciesen. En este momento de oferta de subasta inversa, la suspensión de pagos hacía que los bonos se devaluasen rápidamente por lo que los tenedores de deuda accedieron a vender a menos de un tercio del valor original de mercado. Durante el proceso, el estado ecuatoriano hubo de proteger sus reservas de liquidez en bancos privados nacionales, para evitar posibles embargos de organismos como el FMI o el BM. El resultado fue que Ecuador recompró el 93,5% de sus bonos de deuda sin haber tenido que acudir a tribunales de arbitraje internacional ni haber recibido denuncias por parte de fondos buitre.
Actualmete Ecuador vive uno los mejores momentos de su historia reciente, en fraternidad con múltiples países en toda Latinoamérica, la que llaman Patria Grande, y con marcadores de desarrollo y resultados prometedores . Desafortunadamente también existen sombras (vésae el fracaso del proyecto Yasuní ITT, que pretendía evitar la dependencia del petróleo del parque amazónico con mayor biodiversidad del mundo) y amenazas (véase la interminable demanda Chevron-Texaco, un desatre ecológico de magnitud colosal, que llevó a la condena de la petrolera Chevron, y la compensación al estado ecuatoriano por los daños producidos en la amazonía ecuatoriana, pero que el lobby petrolífero ha desestimado, y busca ahora en tribunales de arbitraje internacional nuevos espacios de protección de sus intereses, con tal de no pagar deuda ecológica contraída).
Ecuador vive un proceso de transformación en el que la PACD tiene la lupa puesta por haber mostrado al mundo como una sociedad soberana puede hacer frente con determinación al sistema deuda, que ahora, al igual que en su día lo hacía en Ecuador, nubla toda perspectiva de futuro en Europa y en muchas otras partes del mundo. Mientras tanto, allí se gesta un nuevo modelo político, económico y social, con visión hacia un cambio de modelo productivo basado en el conocimiento, avanzando en la búsqueda del «socialismo del siglo XXI», cuya definición sigue en construcción.
Javi S.