David García
¿A quién crees que debe servir un Presidente de un país? ¿A los grandes intereses que gobiernan el mundo o al pueblo que lo nombró? Si tu respuesta es que debe servir al pueblo, es hora de darle a Alexis Tsipras una oportunidad. La esperanza no se presenta a nuestras puertas todos los días.
Tras la contundente victoria electoral de Syriza el pasado 25 de enero el acoso de los de siempre comenzó de inmediato, casi como siguiendo un guión preescrito. Los medios masivos de esta Europa cautiva repiten sin descanso que el gobierno griego juega con fuego, que no podrán imponerse a sus socios, que tendrá que retornar a ese redil en el que están las naciones europeas y plegarse a esos mercados de los que ya no hablan tanto pero que siguen mandando igual. Es esta misma Europa de los gobiernos y los burócratas la que afirma sin rubor y con el desparpajo que sólo otorga el cinismo más descarado o la indoctrinación más absoluta, haber estado ayudando a Grecia y le pide sin remordimientos que cumpla sus compromisos, olvidada ya hace mucho tiempo la máxima de que un dirigente sólo se debe a su pueblo.
El excelente reportaje que emitió en febrero el canal franco-alemán ARTE1 sobre la Troika y sus maquinaciones (todavía quedan periodistas dignos de ese nombre) desmonta de una vez por todas ese mito basado en falacias de que hubo un rescate europeo a este país. Nunca se salvó, y por supuesto nunca se pretendió salvar, al pueblo griego. Fue el castillo de naipes del sistema financiero mundial en la figura de la banca francesa y la alemana el que fue rescatado. La banca francesa (con préstamos de más de 20.000 millones €) y la alemana (con unos 17.000 millones €) fueron entre otros los principales acreedores a los que se les restituyó sus préstamos y con ello se salvó al sistema financiero mundial del colapso inminente, pues éste no hubiese resistido la bancarrota de bancos sistémicos europeos en cadena. Los bancos fueron salvados, como siempre con dinero público. Pero la factura sin embargo fue presentada a la ciudadanía griega.
Así, primero PASOK y luego Nueva Democracia (la versión helena del PPSOE) se plegaron sin pudor a las órdenes de aquellos a los que sirven, trasladando a sus compatriotas sufrimientos, miserias, dolor y muerte. Todavía nuestros sistemas jurídicos imperfectos no contemplan ni castigan en toda su amplitud el comportamiento criminal de los delincuentes encorbatados. Pero al igual que el siglo XX vio incorporarse los Derechos Humanos al cuerpo legal, el XXI sabrá juzgar a aquellos que por avaricia y codicia, y a aquellos que por colusión y cobardía supieron infringir tanto dolor a todo un pueblo. ¿O cómo llamarías tú a aquellos que llevaron al suicidio por desesperación y a la muerte prematura por falta de atención médica a cientos si no miles de personas en Grecia y en toda Europa?
La Grecia de Syriza, en la figura de su primer ministro y en la de su ministro de hacienda están demostrando en su quehacer que la política puede ser noble y que el egoísmo todavía no ha ganado la batalla.
El gobierno griego ha activado el arma más potente con la que cuentan los pueblos: el conocimento de la verdad. En estos días, el Parlamento ha puesto en marcha una auditoría integral de la deuda que permitirá saber cómo se originó, para qué se utilizó, quién se benefició y en qué condiciones se tomó la deuda. Esta auditoría, en la que participa un miembro de la PACD (Plataforma por la Auditoría Ciudadana de la Deuda) deberá mostrar la verdadera naturaleza del instrumento preferido de los pudientes para preservar su riqueza y subyugar a los pueblos. Ya el segundo presidente de los Estados Unidos (John Adams) lo dijo con claridad: A los pueblos se les subyuga por la espada o por la deuda.
Esta auditoría mostrará qué deudas son legítimas y por lo tanto deben honrarse y cuáles son ilegítimas (pues no sirvieron al beneficio del pueblo) y no deben ser pagadas. El pueblo no tiene que pagar lo que no se utilizó en su beneficio, aunque se tomara en su nombre. Así que al igual que una comunidad de vecinos no tiene que pagar las reformas en la vivienda de su presidente corrupto, la comunidad de ciudadanos que habitan en un país no tiene que pagar por ejemplo el salvataje de una banca corrupta que jamás compartió sus beneficios cuando los generó. Pero sobre todo les devolverá su dignidad arrebatada por una prensa sumisa y que no ha parado de vilipendiar a todo un pueblo llegando incluso a flirtear con el racismo más burdo.
Grecia todavía tiene por delante momentos muy difíciles. Los azares de la Historia les han hecho ser los pioneros en esta lucha por liberar a nuestros países y a nuestro continente del azote de la codicia y la corrupción disfrazada de modelo económico imperante. Ellos son los que están abriendo el camino, con su nuevo gobierno, con su auditoría, con su posición firme ante los que quieren humillarlos. Nuestro castigado país sabe bien lo que es enfrentar a estas fuerzas… y perder. Cuarenta años de sumisión a cara descubierta más otros cuarenta de sumisión soterrada fueron el resultado.
De su desempeño y de sus resultados depende en gran medida el devenir de otros muchos pueblos, incluido el nuestro, de esta Europa devenida roñosa y mojigata. Grecia hoy pelea por todos nosotros. Le debemos por tanto nuestro respeto, aprecio y apoyo.
1En francés https://www.youtube.com/watch?v=nYGOWUrHcI0
En alemán https://www.youtube.com/watch?v=xYUqpijQI04
La PACD está trabajando en los subtítulos en castellano que estarán muy pronto disponibles