Anuncio de la Campaña Griega por la Auditoría de la Deuda

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Anuncio de la Campaña Griega por la Auditoría de la Deuda, 12 de Febrero de 2012

El tratado internacional y el Memorando que acompañan el ‘recorte’ a deuda pública Griega empujan a la población aún más hacia el empobrecimiento. Consagrarán una caída dramática tanto en los estándares vitales como en las condiciones laborales, e implícitamente nos esclavizarán a nuestros creditores. Lo que sigue de las reducciones en pensiones y salarios, de la abolición de la legislación de convenios colectivos (contraria al Artículo 22 de nuestra Constitución) y de los 150.000 despidos en el sector público son hambrunas y salarios de 300 o 400 euros al mes. El desempleo ya abunda, y alcanzará el 30%. La nueva reducción en gasto público, especialmente en salud, menguará nuestra esperanza de vida e incrementará las tasas de mortalidad hasta llegar a ser similares a las de África. La nueva ronda de privatizaciones entregará la riqueza de la población griega, negándole al estado futuros medios de ingresos. Vemos los nuevos bonos que serán cubiertos por la ley inglesa y por el duque de Luxemburgo (Artículo 13 del nuevo acuerdo) no sólo como profundamente insultante y degradante para un estado soberano, sino también como una forma de cautividad, pues hace mucho más difíciles las renegociaciones de la deuda. También protegerá a nuestros creditores del impacto de la salida de Grecia de la Eurozona.

Por todas estas razones la Campaña por la Auditoría de la Deuda Griega une sus voces a las de la gente y exige que el nuevo Tratado y Memorando no sean votados, pues abren el camino hacia la conclusión de la participación del sector privado. Exigimos la immediata e incondicional cesación de los pagos hacia los creditores, así como la apertura de los libros de deuda, para que podamos realizar una auditoría sobre la que se funde nuestra exigencia de no pago.Un inmediato cese de los pagos y el subsiguiente aplazamiento de los intercambios de bonos impedirá muchos males. En primer lugar, la bancarrota de nuestro fondo de pensiones, que siguiendo el acuerdo del PSI verá 12 billones de euros eliminados de sus activos. En segundo lugar, el escandaloso pago de nuestro primer rescate de la Troika de 110 billones de euros, que ni siquiera fue votado por el parlamento, pero que hoy será pagado como de costumbre y no verá un recorte ni de un euro de su valor. En tercer lugar, que finalmente se escuche nuestra vieja petición a Alemania de que pague los préstamos que recibió cuando Grecia estaba bajo el catastrófico régimen Nazi.

El cese de los pagos a nuestros creditores es un requisito constitucional del estado griego, viendo cómo nos encontramos en un estado de emergencia donde pagar simultaneamente a nuestros creditores y mantener los servicios del estado (como la sanidad, educación, seguridad social…) es imposible. El estado de emergencia como razón para retractarse de las obligaciones internacionales, específicamente a través del anuncio de la cesación de pagos, es reconocida por la Comisión Legal Internacional de la ONU y por el Tribunal Internacional de la Haya. La Corte Europea de Derechos Humanos recientemente reconoció éste mismo principio en lo respectivo a la deuda de Rusia, declarando que el interés público está por encima de las demandas económicas hechas por los creditores.

Las políticas implementadas por los governantes y la Troika no son sólo catastróficas e inhumanas, sino que también son ilegales e inconstitucionales, y por esta razón todos los responsables habrán de rendir cuentas algún día. Sólo a través de un referendum podrían dichos tratados, como el nuevo Tratado Internacional que tan radicalmente altera las condiciones de la población griega, ser legitimados. Mientras que no hayan sido validados a través de referendum y mientras aten a la población griega a la esclavitud, el pueblo griego los considerará nulos y vacíos, como considerarán todos los Memorandos y políticas que los acompañen.

El gobierno de Papademo trae sobre nosotros un Armageddon social al instaurar las decisiones de la cumbre de la Eurozona y los catastróficos paquetes de medidas del FMI. No evitarán la quiebra, sino que nos acercarán a ella. Incluso los alemanes reconocen que más tarde o más temprano vendrán a traer nuevos paquetes de austeridad, nuevos tratados y más empobrecimiento, pues no creen que exista alternativa.

El gobierno y la Troika están infligiendo una estratégica y violenta redistribución de la riqueza de los hombros de los más débiles; el estado de bienestar (salud, educación, seguridad social y utilidades públicas) está llegando al colapso total, y Grecia será transformada en una colonia con Gauleiters alemanes como gobernadores. La Campaña por la Auditoría de la Deuda Griega, junto con otros grupos sociales, habían previsto que esto sería una cruda lucha de clases que hundiría a la sociedad en la miseria, demoliendo los derechos que llevó décadas conseguir.

Nosotros, en las antípodas de esta estrategia, proponemos la inmediata cesación de los pagos, la auditoría de la deuda, ayudas inmediatas y el aumento de los salarios, las pensiones y los subsidios de desempleo con carácter inmediato, la nacionalización del sistema bancario y una generosa contribución a las redes de seguridad social y estado del bienestar. Ésta es la única solución de la gente y es exactamente la opuesta de la propuesta por la Troika y el gobierno. Traerá redistribución de los ingresos, riqueza para los grupos de ingresos más bajos, reducción de las desigualdades y la democratización de la vida política y social.

Todo esto es posible, y podría incluso reiniciar el crecimiento económico. Pero para que funcione, la sociedad debe salir a las calles y sacar a los banqueros del gobierno. Incluso ahora, que la creación monstruosa de Papademo, del FMI y de la UE ha sido votada en el parlamento, nada ha terminado.

Sus leyes serán derribadas a través de la lucha del pueblo.

Campaña por la Auditoría de la Deuda Griega, Atenas, 12 de Febrero de 2012